Adquirir una propiedad frente al mar es, para muchos, la culminación de un sueño. Las vistas al océano, el sonido de las olas como banda sonora y el acceso directo a la playa representan un estilo de vida de lujo y tranquilidad.
En Rosh Real Estate, sabemos que estas propiedades no solo ofrecen una calidad de vida incomparable, sino que también representan una de las inversiones inmobiliarias más sólidas y deseables. Sin embargo, este tipo de compraventa conlleva una serie de ventajas, riesgos y consideraciones legales que es fundamental conocer para tomar una decisión informada.
Ventajas de vivir frente al mar
Las propiedades en primera línea de playa son activos de alto valor que, históricamente, han demostrado una gran resistencia y capacidad de revalorización. Su escasez y la constante demanda las convierten en un refugio de valor, incluso en mercados fluctuantes. Además de la revalorización, las ventajas incluyen:
- Rentabilidad por alquiler, con el aumento de la demanda turística se garantiza una excelente oportunidad de generar ingresos a través de alquileres de corta o larga temporada, especialmente en destinos vacacionales de prestigio.
- Calidad de vida superior: tiene beneficios demostrados para la salud, como la reducción del estrés y un mayor bienestar general. Las actividades al aire libre se convierten en parte de la rutina diaria.
Vistas insuperables: a diferencia de otras propiedades, las vistas al mar de una casa en primera línea están protegidas, lo que asegura que el valor del paisaje no se verá comprometido por nuevas construcciones.
Riesgos y desafíos a considerar
A pesar de sus grandes ventajas, las propiedades costeras presentan desafíos que requieren atención:
- Mantenimiento elevado: el aire salino, la humedad y la arena aceleran la corrosión de metales y el deterioro de estructuras y fachadas. El mantenimiento preventivo y correctivo es constante y más costoso que en propiedades de interior.
- Impacto ambiental: el cambio climático y la erosión costera son riesgos reales. Es crucial evaluar la vulnerabilidad de la propiedad a tormentas, subidas del nivel del mar y otros fenómenos naturales antes de la compra.
- Problemas de privacidad: aunque la ubicación es privilegiada, el acceso público a la playa puede suponer una falta de privacidad, especialmente en áreas muy concurridas durante el verano.
El marco legal
La consideración más importante al comprar una propiedad frente al mar en España es la Ley de Costas. Esta legislación establece que la zona marítimo-terrestre es de dominio público, lo que significa que el Estado es el propietario de la franja de tierra adyacente al mar. Esto tiene implicaciones directas en la propiedad:
- Servidumbres: existen servidumbres de paso y protección que limitan el uso de la propiedad. Por ejemplo, la servidumbre de tránsito establece un camino de 6 metros a lo largo de la costa, que debe ser de acceso público.
- Concesiones: algunas propiedades históricas situadas en esta zona no tienen plena propiedad de la tierra, sino una concesión administrativa para su uso, que tiene una duración limitada y puede ser revocada o modificada. Es vital verificar si la propiedad tiene plena propiedad o una concesión y entender sus términos.
Distancia a la costa: se establecen límites a la construcción y reforma de edificios en función de su cercanía a la costa, para proteger el entorno natural
Una propiedad frente al mar es, sin duda, una de las inversiones más atractivas y gratificantes del mercado inmobiliario. No obstante, para convertir ese sueño en una inversión segura y duradera, es imprescindible contar con el asesoramiento de expertos.
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